Cómo tuvo suerte el casero
A pesar de todo el lío, Ravaux tuvo un poco de suerte porque los inquilinos no estaban en casa cuando los visitó. Si hubieran estado en casa, el desahucio habría sido una pesadilla. En la mayoría de los países de Europa Occidental y en Estados Unidos no es tan fácil deshacerse de los inquilinos. Hay muchas leyes que protegen a los inquilinos del desahucio, e incluso recibir una notificación de desahucio puede ser un proceso largo y difícil. La familia se mudó por voluntad propia, así que Ravaux no tuvo que obligarles a irse

Cómo tuvo suerte el casero
La cláusula final del contrato
Después de limpiar el desorden y trasladar la basura, Ravaux se dio cuenta de que, aunque se había vengado, aún quedaban cabos sueltos por atar. Decidió revisar el contrato de alquiler original para asegurarse de que todo estaba cubierto legalmente. El contrato tenía una cláusula sobre el mantenimiento de la propiedad y las responsabilidades por daños, que los inquilinos habían incumplido claramente. Armado con esto, Ravaux se sintió seguro de que sus acciones no eran sólo una venganza personal, sino también un paso necesario para hacer cumplir los contratos de alquiler.

La cláusula final del contrato