¡Por fin estoy embarazada!
Al principio, ver esas dos líneas en la prueba de embarazo fue puro éxtasis tanto para Steven como para mí, un faro de esperanza después de tantas decepciones. Pero nunca debí permitirme creer que la diminuta vida que crecía en mi interior bastaría para salvar nuestro ruinoso matrimonio.

¡Por fin estoy embarazada!
Imaginando al pequeño
Soñábamos con cómo sería nuestro hijo: qué ojos heredaría, de qué terquedad sería portador. Nuestro hogar pronto se llenó de suaves canciones de cuna, el suave aroma de la loción para bebés y paredes recién pintadas. Por aquel entonces, nuestro amor parecía inquebrantable, un vínculo lo bastante fuerte como para capear cualquier tormenta.

Imaginando al pequeño