Un collar de plata
Un delicado collar de plata yacía olvidado en mi mesilla de noche: una cadena con un colgante que nunca antes había visto. No era mío, y aquel descubrimiento plantó una semilla de duda que no tardó en arraigar. Aquella noche, mientras Steven se daba una larga ducha, no pude resistir la tentación de mirar su teléfono, algo que nunca había hecho antes. Lo que encontré allí me sorprendió profundamente.

Un collar de plata
¡Es infiel!
Entre innumerables mensajes y correos electrónicos de trabajo, destacó una conversación con un nombre que no reconocí. “Anoche fue mágico”, decía el mensaje. “Estoy deseando volver a verte” Se me heló el corazón y se me saltaron las lágrimas. Entonces supe que no podía quedarme callada: tenía que afrontar esta traición.

¡Me es infiel!