¿Aceptarías hablar con nuestra junta de revisión?
A medida que la conversación avanzaba implacablemente, el peso de mi humillación se diluía, apenas una gota en un océano tormentoso. “¿Estás dispuesta a hablar con nuestro comité de revisión?” me preguntó con un toque de esperanza que se coló en su voz. Vacilé, atrapada en la incertidumbre de lo que mi aceptación podría desatar, aunque el silencio no era una alternativa. “Sí,” dije al fin, sintiendo un torrente de determinación ardiendo en mi pecho. “Quiero ayudar”.

¿Aceptarías hablar con nuestra junta de revisión?
Fijando la Llamada y Enfrentando lo Desconocido
Llamada programada Acepté con una determinación inflexible, a pesar de no tener idea de lo que me aguardaba. La perspectiva de participar en una investigación en marcha resultaba intimidante, pero sentía que debía hacerlo. Se comprometió a organizar una llamada con el supervisor de relaciones con los pacientes, y mi corazón comenzó a latir rápidamente ante la idea de contar mi historia. Cuando se acordó la fecha, colgué y exhalé un suspiro, sintiéndome entre aliviada y nerviosa sobre lo que estaba por venir.

Fijando la Llamada y Enfrentando lo Desconocido
