Admitir mi sufrimiento
Revelación de mi sufrimiento Con un hilo de voz quebrada, admití: “Sí, y todavía no he sanado”. Mis palabras flotaron entre nosotros mientras la Dra. Patel hacía una pausa en su escritura, dándome un instante para recomponerme. Después, me interrogó sobre la enfermera presente aquel fatídico día y sobre su comportamiento durante el examen. Recordar fue doloroso, pero me obligué a contestar con honestidad desgarradora.

Admitir mi sufrimiento
Revelar las acciones de la enfermera.
Descubrimiento del papel de la enfermera Me detuve, esforzándome por recordar cada detalle. “La enfermera no intervino”, murmuré al final, mientras una punzada de decepción me atravesaba. “Parecía aterrorizada, como si percibiera que algo estaba mal, pero no tuviera el poder de actuar”. La doctora Patel dejó escapar un profundo suspiro, de esos que parecen borrar las palabras que acabo de pronunciar. Empezó a vislumbrar un cuadro más amplio que se dibujaba ante ella.

Revelar las acciones de la enfermera.
    