Frente a un grupo de expresiones neutrales.
Frente a mí había diez rostros, congelados en una cuidadosa neutralidad que apenas disimulaba la tensión subyacente. Detrás de la extensa mesa, comenzaba a contar mi historia, encontrando una voz más clara y una confianza renovada. Cada palabra que pronunciaba se sentía como abrir una ventana para dejar entrar aire fresco en una habitación cerrada. Sentía sus miradas atentas, manos rápidas tomando notas mientras hablaba, absorbiendo cada matiz de mi angustiante jornada.

Frente a un grupo de expresiones neutrales.
La Dra. Patel fue un apoyo constante y tranquilizador.
El Dr. Patel permanecía junto a mí, su cabeza moviéndose en un gesto de apoyo firme y silencioso. Su presencia emanaba calma, siendo un baluarte de fortaleza en ese cuarto cargado de tensión. Enfrenté preguntas llenas de comprensión, sin una pizca de escepticismo hacia mis recuerdos o intenciones. A medida que respondía, mi voz ganaba en fuerza, cada frase me acercaba más a un propósito vasto y poderoso. Sentía que se abría un nuevo capítulo, y estaba decidida a comenzar la historia.

La Dra. Patel fue un apoyo constante y tranquilizador.
