El pulpo de anillos azules
Otro que tal baila, como la ranita. Si bien ya te hemos dicho que no deberías acercarte a ningún animal salvaje que tenga mucho colorido, ahora te decimos que si te cruzas con un pulpo de anillos azules, deberías correr todavía más rápido para alejarte de él cuanto antes. A pesar de su pequeño tamaño, este diminuto pulpo podría matarte en cuestión de minutos si consiguiera inyectarte su mortal veneno. Por norma general, la gente a la que pica se suele salvar ya que consiguen que su cuerpo evacúe todo el veneno recibido, pero eso sí, solo si te cogen a tiempo.
Dragón de Komodo
Si alguna vez te has planteado ver dinosaurios en directo, vivos y coleando… te recomendamos que veas a los dragones de Komodo. Aunque, eso sí, deberías hacerlo acompañado de un guía especializado en ello. Ya que, a pesar de no ser dinosaurios, pueden llegar a ser incluso mucho más peligrosos de lo que lo hubieran sido ellos en aquella época. Ya no solo su veneno, que no es muy peligroso concretamente, sino dado su tamaño, fuerza y velocidad, te podría matar en cuestión de minutos. Así que, aunque no son muy frecuentes sus ataques, intenta evitar quedarte a solas con uno de estos monstruos.