Todos sabemos que vivir en una comunidad de vecinos puede llegar a ser algo difícil si no todos son gente pacífica y respetuosa. Puedes sentirte muy afortunado si en tu vecindario no hay nadie que moleste y os llevéis todos medianamente bien. Sin embargo esto no es lo habitual, siempre suele haber una o dos manzanas podridas en las comunidades que hacen que la convivencia sea un infierno. Desde ruidos de madrugada, fiestas, invadir espacios comunes o hasta peleas. Con los vecinos es mejor tratar de llevarse bien o sino que se lo digan a los protagonistas de esta historia.
David Ellis
David Ellis es un oficial de policía jubilado, ha pasado toda su vida persiguiendo delincuentes por las calles de Los Ángeles pero ahora era su momento para descansar de todo aquello y tener una vida relajada. Vivía en un residencial privado y su hobby favorito era la jardinería así que cambió el arma y las esposas por podaderas y arena. Era realmente feliz y era una persona tranquila y educada, hasta que le tocaban la moral…entonces se volvía una fiera implacable. Lo que presenció en su barrio iba a romper con su paz para siempre.
Se Acabó La Paciencia
Estando una mañana David en su jardín arreglando sus plantas, miró hacia arriba un momento y lo que vio hizo que se le encendiera un fuego por dentro. Estaba intentando controlarse, respirar y calmar la ira, pero no lo pudo conseguir. Eso que vio había colmado del todo su paciencia y habría sobrepasado todos los límites imaginables. David enfureció de tal manera que inició una guerra contra sus vecinos de la que todos se iban a arrepentir.