Un lobo visita a un hombre todos los días a la misma hora. La razón lo deja sin palabras.

PUBLICADO EN 07/28/2025
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Una entrada húmeda

Cuando Albert entró en la cueva, el agua helada le empapó la ropa y le hizo sentir un fuerte escalofrío. Siguió adelante, vadeando a medida que el lobo le adentraba en la oscuridad. La cueva parecía consumirlos, y sus sombras se tragaban rápidamente la luz mortecina de la entrada. Albert no tardó en darse cuenta de que aquello era algo más que un viaje físico: era una prueba de su valor y de su disposición a enfrentarse a lo desconocido.

A Wet Entrance

Una entrada húmeda

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Un reto oscuro

La cueva estaba envuelta en una oscuridad total, fría y húmeda, lo que supuso un desafío desalentador para Albert. Sin ninguna comodidad moderna como un smartphone para iluminar su camino, tuvo que depender de métodos tradicionales para navegar por las sombras. Hizo una pausa, dejando que sus ojos se adaptaran a la penumbra, y consideró cuidadosamente su siguiente movimiento. Cerca de él, el lobo esperaba en silencio, con los ojos brillando con la débil luz de la entrada de la cueva.

A Dark Challenge

Un desafío oscuro

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