Secretos en la sombra
Cuanto más observaba Albert, más claro lo veía: no era un almacén cualquiera. Parecía un alijo oculto, un lugar diseñado para salvaguardar cosas destinadas a permanecer olvidadas. Su ubicación, oculta en las profundidades de la cueva, dejaba entrever secretos de inmensa importancia encerrados entre sus paredes. El misterio crecía, envolviendo la habitación en un silencio irresistible y enigmático que parecía acercarlo a cada momento.

Secretos en la sombra
Un guía quejumbroso
El comportamiento del lobo cambió al acercarse a las tres puertas. Las olfateó cuidadosamente, yendo de puerta en puerta con creciente inquietud. Por fin, se detuvo ante la puerta del medio y emitió un suave quejido. Su lenguaje corporal transmitía una inquieta mezcla de anticipación y aprensión. Albert observó en silencio, comprendiendo plenamente el peso de la decisión del lobo. Aquella puerta era la llave, pero aún estaba por ver si marcaba el final de su viaje o el comienzo de algo mucho mayor.

Un guía quejumbroso