Rojo De Furia
David enfureció, había colocado su cerca justo el día antes y ya se la habían destrozado. Marchó hacia la casa del vecino a pedir responsabilidades y el vecino le dijo que no iba a pagar nada, que la culpa la tenía el conductor del camión, el conductor del camión decía que las responsabilidades eran cargo del cliente, es decir, el vecino. David no se podía creer la cara dura de su vecino pero solo se calló y se fue. En sus años de policía aprendió muy bien a no perder el control pero la guerra había comenzado.
Un Plan Maestro
Era la guerra, ninguno de esos cara dura se iba a volver a reír de David. Ideó un plan al milímetro y lo puso en marcha. Comenzó a sustituir la cerca de madera por grandes barriles de plástico duro. Todo el vecindario estaba expectante viendo lo que estaba haciendo David pero nadie se atrevió a preguntar después del incidente del día anterior. Aquello era muy raro pero lo que no se imaginaban los vecinos era de qué estaban llenos los barriles.