Un lobo visita a un hombre todos los días a la misma hora. La razón lo deja sin palabras.

PUBLICADO EN 07/28/2025
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Un viaje prudente

Con el lobo ya a su lado, Albert continuó el viaje, aunque a un ritmo más lento y cauteloso. Su mirada barría los alrededores, siempre alerta por si había otros cazadores, plenamente consciente del peligro que se cernía sobre él y sobre el lobo en este territorio. El lobo, aún visiblemente agitado, permaneció cerca, con los movimientos firmes y los sentidos agudizados ante cada sonido y sombra. Juntos, recorrieron cuidadosamente el lindero del bosque, avanzando metódicamente hacia los acantilados.

A Cautious Journey

Un viaje cauteloso

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El salto

Cuando el lobo llegó al linde del bosque, viró bruscamente hacia los acantilados. Sin vacilar, saltó al vacío. Albert se quedó inmóvil, aturdido por el repentino giro de los acontecimientos. El corazón le latía con fuerza mientras el miedo se apoderaba de él. Corriendo hacia el borde del acantilado, se preparó para lo peor, aferrándose desesperadamente a una pizca de esperanza de que un milagro le aguardara más abajo.

The Leap

El salto

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